Por Mauricio Trujillo Uribe
02 de julio de 2023
Artículo tomado de Cambio Colombia:
https://cambiocolombia.com/internacional/encapuchados-y-violencia-en-paris
Por cuarta noche consecutiva, de viernes 30 de junio a sábado 01 de julio, grupos de jóvenes, muchos encapuchados y visiblemente organizados en “comandos”, se enfrentaron a la policía y la gendarmería en los suburbios de París y otras ciudades de Francia, luego de que el martes pasado en la mañana, en Nanterre, un policía le disparara a un conductor de 17 años cuando este se negara a obedecer una orden de pare.
El joven Nahel falleció de una bala que atravesó su pecho, a pesar de la intervención de los servicios médicos de emergencia. El autor, un brigadier de 38 años, condecorado varias veces por sus servicios en la policía nacional, fue acusado de «homicidio doloso» y puesto en prisión preventiva. Sin embargo, tras una “marcha blanca” en la tarde de ese día, que contó con la participación pacífica de numerosos ciudadanos indignados, las escenas de violencia comenzaron a multiplicarse en esa comuna.
Nanterre, ubicada en los suburbios del oeste de París, es conocida por su alta tasa de población estudiantil; allí tienen sus campus importantes universidades. Así mismo, en esta ciudad de cien mil habitantes residen numerosas familias de origen inmigrante, muchas de las cuales viven en “cités” o aglomeraciones de enormes edificios de vivienda social.
Las autoridades reportaron en la noche del martes y del miércoles una “generalización de la violencia”, teniendo que acudir a un toque de queda nocturno en varias comunas de la región parisina como Clamart, Compiegne y Neuilly-sur-Marne. En muchos distritos fueron saqueados supermercados y en la comuna de Drancy encapuchados utilizaron un camión para forzar la entrada a un centro comercial que fue parcialmente pillado e incendiado, comunicó la alcaldía. También fueron incendiados 13 autobuses de servicio público, varios automóviles particulares, así como cientos de botes de basura, y numerosas vitrinas de restaurantes y almacenes fueron destrozadas. En la ciudad de Reims fue asaltada una comisaría. Los manifestantes levantaron barricadas y las fuerzas de seguridad respondieron a las pedreas y refriegas con gases lacrimógenos para intentar dispersar a los fogosos.
La tensión siguió aumentando como una olla a presión y el jueves en la noche el país galo vivió una nueva jornada de confrontación entre grupos de jóvenes en cólera y la fuerza pública, dando lugar a numerosas degradaciones de edificios públicos, incendios, pillajes y actos de vandalismo, según videos que publican medios de comunicación y circulan en redes sociales. 40.000 policías y gendarmes, incluidos 5.000 en los suburbios de París, fueron movilizados para hacer frente a la reyerta y la conflagración, informaron fuentes oficiales. A su vez, la primera ministra, Elisabeth Borne, anunció el despliegue de vehículos blindados de la gendarmería para hacer frente a la violencia, si esta continúa. Esa noche, 667 personas fueron arrestadas, la mitad en región parisina, la mayoría menores de 14 a 18 años, sin que se conozca el número de heridos entre los manifestantes. En cuanto a la fuerza pública, 249 policías y gendarmes resultaron heridos, reporta del Ministerio del Interior.
Estos hechos recuerdan los disturbios de 2005 en los suburbios del este de París, que se extendieron rápidamente a otras ciudades. Se vivieron violentos enfrentamientos entre cientos de jóvenes y la policía tras la muerte de dos jóvenes musulmanes de origen africano mientras escapaban a un control de la policía. En esos distritos, como en Nanterre y muchos otros suburbios de las principales ciudades, viven numerosos jóvenes franceses cuyos abuelos y padres provienen de los países de África del norte (Tunes, Marruecos, Argelia… antiguas colonias o protectorados de Francia). Son adolescentes nacidos en Francia que se sienten tratados como ciudadanos de segunda clase. Desconfían de la policía, y esta de ellos. Es un contexto social en donde la mecha del enfrentamiento se enciende cada tanto.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, denunció «escenas de violencia» contra «las instituciones y la República injustificables» e instaló una célula de crisis interministerial “para que pueda volver la calma total en los próximos días”. También hizo un llamado a los padres a “ser responsables”. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, se reunió con los representantes en Francia de las plataformas digitales como Twitter, Snapchat y Tiktok, con el fin de advertir sobre la “responsabilidad” frente a la violencia urbana que sacude al país. Al parecer videos “colgados” en las redes sociales sirven de estímulo para replicar, e incluso “superar”, los desmanes y actos de violencia, advierten las autoridades. En Grenoble, por ejemplo, se ve a jóvenes en scooter disparando morteros caseros contra la policía.
Sin embargo, más allá de estas declaraciones y medidas tomadas por el gobierno, el debate sobre las reglas para el uso de las armas de fuego por parte de la policía durante los controles a vehículos y personas, vuelve a ponerse al orden del día en la escena política y mediática, en donde ya ha habido pronunciamientos sobre la pertinencia de revisar la ley.
En esta cuarta noche de revuelta, nuevamente decenas de personas fueron detenidas: al menos 1300 personas, incluidas 406 en París, informaron las autoridades. Junto a las medidas policiales y administrativas tomadas por el gobierno, este ha hecho un llamado a la serenidad cuando este sábado primero de julio ha tenido lugar el funeral de Nahel en aparente calma. Y aunque al parecer la tensión comienza a disminuir, Macron ha tenido que anular su visita a Alemania que debía comenzar mañana domingo. No es para menos.