La Alta Consejería Distrital de TIC de Bogotá D.C., de la cual fui su primer alto consejero desde su creación en febrero de 2012 hasta enero de 2015, marcó un hito al introducir el reconocimiento de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones como un factor estratégico para la gobernanza de la ciudad, la transformación digital y la sociedad del conocimiento.
Inicialmente tuvimos dos retos: el primero, plasmar en el Plan de Desarrollo de Bogotá una política pública que diera cuenta de los conceptos de Gobierno Digital, Inclusión Digital, Ciudad Inteligente y Emprendimiento Digital. El segundo reto fue conformar la Alta Consejería como entidad adscrita al Despacho del Alcalde a través de la Secretaría General.
El despliegue de la política pública TIC se hizo a través del diseño y ejecución de macro proyectos transversales de gran impacto en la ciudad.
Por ejemplo, con Idartes sacamos adelante la primera etapa de la actual Cinemateca Distrital, que cuenta con un laboratorio des artes digitales. Con la Empresa de Teléfonos de Bogotá abrimos 30 centros de formación digital, como vector de inclusión social. Se habilitaron por primera vez en la ciudad 50 zonas de Wi-Fi público en parques, plazas y corredores peatonales, en la perspectiva de la apropiación ciudadana del espacio público. Con la Secretaría de la Mujer se capacitaron 9000 mujeres en Derechos y TIC. Y con la Secretaría de Desarrollo Económico, impulsamos iniciativas de apoyo al emprendimiento digital para jóvenes talento de Bootá-Región. Dejamos el primer Vivelab para la ciudad en convenio con MinTIC y la Universidad Nacional. Finalmente, llevamos la red Internet banda ancha a 430 colegios públicos para la transformación del modelo educativo.
Felicito a la Alta Consejería por la lbor que vienen desarrollando en aras de una Bogotá más viable y amable para sus habitantes.
