Por Mauricio Trujillo Uribe*  
14 de septiembre de 2022    

Artículo publicado por el periódico EL TIEMPO 

Los amantes del jazz en Colombia están felices. Regresan seis festivales de jazz que normalmente tienen lugar en septiembre, pero que no se realizaban de manera presencial desde hace tres años: Jazz al Parque en Bogotá, Medejazz en Medellín, Barranquijazz en Barranquilla, Ajazzgo en Cali, Voces del Jazz en Cartagena y PastoJazz en Pasto. Sus programaciones muestran un abanico de lujo de artistas nacionales e internacionales, una rica variedad de colores musicales y numerosas actividades académicas y culturales, que harán las delicias de los asistentes.

Este circuito de festivales septembrinos, junto con otros festivales de jazz en el curso del año, como los de Villa de Leyva, Mompox, Manizales y Popayán, reflejan un importante crecimiento de la audiencia colombiana que aprecia y se deleita con este género, el cual se considera hoy en día un lenguaje musical universal en permanente evolución.

Desde sus orígenes el jazz no ha cesado de reinventarse y extenderse por los cinco continentes gracias a su fusión con melodías y ritmos de origen diferente y a su libertad de improvisación en la escena. Afluentes del jazz como el swing, bebop, hardbop y cool jazz, entre otros subgéneros “clásicos”, que forjaron el imaginario sobre esta música, dieron paso a otras corrientes que surgieron con fuerza, en particular en los últimos cuarenta años, con la incorporación de otros géneros y ritmos como el rock, salsa, flamenco, tango, funk, hip-hop y músicas latinas, asiáticas y étnicas, entre otros, en un movimiento musical mundial que se desarrolla continuamente.

Otro tanto sucede con la incorporación de nuevos instrumentos que enriquecen y multiplican las sonoridades “clásicas” del saxofón, trompeta, clarinete, piano, contrabajo y batería, principalmente. La guitarra eléctrica, la flauta, el trombón, el vibráfono, los teclados, la percusión ampliada, los instrumentos electrónicos y muchos más, han permitido que el jazz progrese de forma acelerada logrando que más y más jóvenes se interesen y descubran este universo musical.   

Esa fusión la apreciaremos en los festivales. Por ejemplo, en Jazz al Parque, la banda Papayebrass combina jazz y sonidos papayeros; en Medejazz, la propuesta Medellín Charanga trae jazz y música antillana; en Barranquijazz, el ensamble Pinó Moré interpreta jazz y aires colombianos; en Ajazzgo, el grupo Funktaduro une jazz y funk; en Voces del Jazz, el tema será Joe Arroyo en ritmo de jazz; y en PastoJazz, el quinteto Mizha Granda toca jazz y música nariñense. Cabe destacar la participación de reconocidos maestros colombianos de primer orden en la escena mundial del jazz.

Vendrán también prestigiosos invitados internacionales que compartirán con el público todo su ángel, destreza y conocimiento. Entre otros músicos, en Bogotá el saxofonista puertorriqueño David Sánchez y el pianista indonesio norteamericano Joey Alexander, una de las grandes revelaciones del jazz contemporáneo; en Medellín, Barranquilla y Cali, dos leyendas del latín jazz, el pianista Chucho Valdés y el saxofonista Paquito D’ Rivera; en Cartagena, el bajista peruano Óscar Stagnaro, ganador de seis premios Grammy; y en Pasto el teclista ecuatoriano David West.

Paralelamente a los conciertos, habrá jornadas académicas, talleres, conversatorios y encuentros culturales, dirigidos a músicos, estudiantes de colegios y universidades, docentes, melómanos y público en general. La programación completa se encuentra en la página web de cada festival. ¡Septiembre se viste de Jazz, bienvenidos!

* Director del programa Festivales Jazz del Mundo www.jazzsinfronteras.com

Artículo publicado por el periódico EL TIEMPO 
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