Artículo tomado de: REVISTA SUR
Por Mauricio Trujillo Uribe
El próximo domingo 9 de junio, cerca de 370 millones de votantes de 27 países miembros de la Unión Europea (UE), elegirán por sufragio universal directo 705 diputados al Parlamento Europeo, por cinco años, siendo la votación transnacional más grande del mundo. El número de parlamentarios y de escaños por país se establece en función de la población de los Estados miembros, siendo la votación transnacional más grande del mundo.
Las primeras elecciones al Parlamento Europeo se llevaron a cabo en 1979. Desde entonces la UE ha visto aumentar la complejidad y extensión de problemáticas a tratar, así como el número de sus Estados miembros. El último país en unirse fue Croacia en 2013, pero vale la pena mencionar que en 2004 se dio la mayor ampliación, cuando 10 países, en su mayoría de la antigua órbita soviética, ingresaron al mismo tiempo. En cambio, el Reino Unido la abandonó en 2020 tras el proceso conocido como Brexit.
El Parlamento Europeo aprueba, modifica o rechaza los proyectos de ley que le son presentados por el Consejo de la Unión Europea, conocido como Consejo de Ministros de la Unión Europea, en áreas comunes al conjunto de los países miembros en campos como política económica y fiscal, salud y bienestar, política exterior y de seguridad, inmigración y asilo, cambio climático y medio ambiente, derechos humanos y democracia, economía digital y tecnología, entre otros.
La mayoría de las sesiones del Parlamento Europeo tienen lugar en Estrasburgo y las reuniones de las comisiones parlamentarias y de las bancadas o grupos de partidos políticos afines, en Bruselas. Otras instituciones fundamentales de la arquitectura de integración de la UE, como el Consejo Europeo, compuesto por los jefes de estado o de gobierno, que define las orientaciones y prioridades políticas generales de la UE, y la Comisión Europea, que actúa como el brazo ejecutivo de la UE, también tienen allí sus sedes. La Secretaría General funciona el Luxemburgo.
En general, los procedimientos de la UE han evolucionado para permitir la toma de decisiones por mayoría simple o mayoría cualificada (al menos el 55% de los Estados miembros, que representen al menos el 65% de la población total de la UE) en los diversos ámbitos, pero hay asuntos clave como la adhesión de nuevos países, algunas políticas fiscales, la política exterior y de seguridad, y los tratados internacionales como UE, que requieren la unanimidad de los Estados miembros.
La UE ha conseguido establecer, entre otros logros, un mercado único y una moneda común, así como la libre circulación de las personas y la cooperación entre sus países miembros, siendo hoy en día una de las grandes potencias mundiales. Se vio afectada fuertemente por la pandemia del Covid y sufre del choque energético derivado de la invasión de Ucrania por Rusia, al tiempo que sus grandes competidores, Estados Unidos y China, han conseguido un crecimiento económico mucho más rápido. Según la Oficina Europea de Estadísticas, una cuarta parte de sus habitantes vive en la pobreza y la población vulnerable ha crecido significativamente. De una manera general, las cifras muestran un panorama de degradación de la calidad de vida en casi todos los países de la UE.
En este contexto, la elección de los diputados al Parlamento Europeo está atravesada por la preocupación, el debate y la polarización alrededor de temas cruciales que impactan a la Unión Europea en su conjunto como son el desempleo en la juventud, la inundación de mercancías provenientes de China, la importación extensa de productos agrícolas desde países terceros, la inmigración, la guerra en Ucrania, el genocidio en Gaza, la deslocalización de las industrias hacia países por fuera de la UE y la pérdida de ventajas sociales ya adquiridas, entre otros.
Según las últimas encuestas de opinión pública, reflejadas en el siguiente cuadro publicado por Euronews el pasado 3 de junio, la votación será el resultado de la temperatura política en los 27 países de la UE: por primera vez los partidos de extrema derecha alcanzarían la mayoría relativa en la composición del próximo Parlamento Europeo. A su vez, resaltan el estancamiento del apoyo a los partidos centristas y de derecha en muchas regiones del continente y cierto avance de los social-demócratas.