JSF 88 – Bebo Valdéz – 23 mayo 2021

Disfruta el programa: BELBO VALDÉZ  

El MANISERO 

«En Estocolmo fui durante quince años pianista de una cadena de hoteles, estaba casado, con hijos, tenía una familia», dice el maestro, Bebo Valdés, refiriéndose a su prolongada ausencia de la música latina, en una entrevista en Barcelona en 2008, a propósito de la presentación de su álbum titulado Juntos Para Siempre, que grabó con su hijo, Chucho Valdés, también pianista, músico y compositor. 

Ramón Emilio Valdés, conocido como Bebo Valdés, nació en Cuba en 1918 y falleció en Suecia en el 2013, a la edad de 94 años. Es considerado como una de las grandes figuras de la llamada “época dorada” de la música cubana. Tocó en La Habana, desde los años cuarenta y cincuenta con las grandes orquestas de la época, entre ellas la Tropicana. Además de pianista, fue compositor, arreglista y director de orquesta. Un mago de los ritmos cubanos, se le considera precursor del jazz latino o latín jazz.

Dedicaremos esta emisión al maestro Bebo Valdés, que escuchamos al piano interpretando la legendaria canción EL MANISERO, junto con el ensamble de Javier Colina.

De Bebo Valdés al piano LÁGRIMAS NEGRAS, el conocido bolero-son de Miguel Matamoros, compuesto en 1930 en Santo Domingo, aquí vocalizado por Diego Ramón Jiménez, conocido como El Cigala.

Bebo Valdés se marchó de Cuba a comienzos de 1960 por discrepancias con el gobierno cubano, dejando en la isla a su esposa Pilar y a sus cinco hijos, entre ellos a Chucho Valdés. Viajó primero a México, luego a Los Ángeles, California, en donde trabajó con el cantante Miguelito Valdés. Después se trasladó a España como director de la orquesta del cantante chileno Lucho Gatica. Un poco más tarde realiza una gira por Europa con la orquesta de los hijos del gran maestro Ernesto Lecuona y finalmente se establece en Estocolmo en 1963, en donde vivirá prácticamente el resto de su vida.

En 1994, 21 años después, el clarinetista y saxofonista cubano Paquito D’Rivera, descubrió que Bebo vivía en Estocolmo, en el anonimato musical, y lo invitó a grabar un disco que se llamó Bebo Cabalga de Nuevo y le abrió de nuevo las puertas al reconocimiento de su talento.

Al poco tiempo se rencontró con su hijo Chucho Valdés, después de más de treinta años, cuando éste ya era un músico virtuoso de amplia trayectoria en Cuba y América Latina.

A partir de allí Bebo Valdés grabará 12 álbumes más, con prestigiosos grupos y estrellas de la música cubana, afro cubana y afro caribeña, como Cachaito, Patato Valdés, la orquesta Irakere, dirigida por su hijo Chucho, el pianista Gonzalo Rubalcaba, entre otros.

Con POCO COCO, lanzado en el 2007, Bebo Valdés y el ensamble de Javier Colina nos deleitaron.

Escuchar a Bebo Valdés sobre la historia de la música cubana es muy interesante y enriquecedor. Hacía gala de excelente memoria sobre nombres, lugares y momentos, reivindicando a muchos cantantes olvidados y, según él, a los auténticos creadores del mambo, entre ellos, el genial Israel López, conocido como Cachao, gran contrabajista, y Orlando Guerra o Cascarita.

Menciona también a los creadores del Guaguancó, de la música guajira, del son montuno, de la charanga. Gran conocedor de los instrumentos y su historia, cuenta en que momento fueron introducidos en los diferentes ritmos y melodías afrocaribeñas, en fin, es una biblia y puro sabor, si desean profundizar sobre este universo musical les recomiendo buscar sus entrevistas.

En cuanto al Latín jazz, Bebo afirma que primero se le llamaba Afro Cuban jazz, y él es uno de sus creadores. Pero se difundió, dice, con el nombre de Latín Jazz, aunque siempre insistió en que éste no era latino, sino cubano. Bebo también fue uno de los iniciadores de la descarga, recurso que utilizaron músicos cubanos en los más diversos formatos instrumentales, géneros y estilos.

Músico integral, de sólida formación, teórica y pianística, capaz de abordar los más diversos géneros y estilos de la música, compositor y director de orquesta, uno de los grandes de la música cubana, sigue con DE BARACUTEY.